El duelo. Un proceso Adaptativo
El duelo es un proceso emocional de adaptación ante la pérdida.
No solo se produce cuando perdemos a un ser querido humano o a una mascota, por su fallecimiento. También se da o puede darse cuando una persona, por ejemplo, deja de formar parte de nuestra vida más íntima, por distintos procesos vitales. Un amigo o amiga que deja de serlo y ya no forma parte de nuestro día a día, dejamos de tener contacto con esta persona que formaba parte de nuestro presente y entonces experimentamos esa respuesta emocional de pérdida. Esta respuesta y sus consecuencias varía también según la cultura, la educación, el nivel de autoconocimiento, nuestro carácter, nuestra experiencia, nuestras creencias etc.
El desconocimiento hace pensar que solo podemos sufrir un proceso de duelo ante pérdidas personales, pero no es así.
Imaginemos que llevamos, cinco, diez, treinta años trabajando en una empresa.
Un día nos encontramos con que nos citan en el despacho de recursos humanos y nos despiden, es indiferente la causa o motivo. Sería un símil adecuado: "tu trabajo ha fallecido"
Ese trabajo seguramente ha supuesto una tercera parte de nuestro día a día, como mínimo, hemos condicionado toda nuestra vida para poder llevarlo a cabo, adaptando horarios, situaciones, nos hemos adaptado psicológicamente al hecho de tener una ocupación laboral. Normalmente hemos contado con una seguridad económica que nos ha proporcionado cierta "tranquilidad". Nos hemos rodeado de las mismas personas cada uno de los días integrándolos en nuestro circulo social etc
Ahora de pronto algo ha roto tus esquemas, tus patrones tu presente y futuro, entonces llega el momento del duelo.
Habitualmente en el proceso de duelo se pueden identificar distintas fases (aunque no es una estructura estricta ya que hay muchos factores q la condicionan)
Con una serie de proposiciones que en cada momento son "ciertas" para nosotros, vamos a intentar ilustrar cada una de ellas.
Fase de negación: "No han podido despedirme"
Fase de enfado, indiferencia o ira: "¿Cómo han podido hacerme esto? ¡Malditos sean!, la culpa ha sido de "
<Fulanito> que no hace su trabajo y seguro que ha estado responsabilizándome de su incompetencia".
Fase de negociación: "A lo mejor si hablara con mi jefe...puedo escribirle... explicarle...."
Fase depresiva o de dolor emocional. (Tristeza):
"¿Que voy a hacer ahora? Nada tiene sentido, para mi ese trabajo lo era todo, yo era ese trabajo" .
Fase de aceptación (cambio de visión): "Bueno, no pensaba que esto pudiera darse, pero así ha sido, ahora es el momento de emprender cosas diferentes, ahora podré enfocar de nuevo, buscaré trabajo".
El tiempo de duración de este proceso varía según la importancia que tenía para nosotros el "objeto" perdido, nuestra manera de afrontar la vida en general, nuestro entorno etc. Sin duda si este tránsito se dilata en el tiempo o sentimos que estamos "atascados" tanto en el caso de pérdidas personales como de otra clase es aconsejable pedir ayuda profesional, para que nos guíen y poder llegar así a una fase sana de superación.No supone "el olvido" pero si la aceptación para seguir adelante con nuestra vida desde un enfoque positivo.
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